¿Tú bebé enfermó?

¿Cuando acudir al médico?

Un bebé enfermo enciende las alarmas en los padres, en especial en aquellos que son primerizos, por eso es muy importante saber si tu bebé enfermó y en qué momento debes acudir al médico.

Durante el crecimiento de tu bebé, es normal que se exponga a muchos agentes infecciosos como virus, bacterias, hongos entre otros. Estos pueden provocar que tu bebé se enferme, pero un bebé enfermo no puede darnos información sobre sus molestias e incluso los padres más experimentados suelen tener problemas para identificar datos de alarma en los bebés. Por eso debes saber identificarlos y saber en que momento debes acudir al médico.

La fiebre puede sugerir un bebé enfermo…

El signo más común es la fiebre y siempre está asociada con un bebé enfermo ya que suele ser una respuesta de su cuerpo a un agente infeccioso. El cuerpo de tu bebé eleva su temperatura para tratar de eliminar a los agentes infecciosos, los cuales suelen ser muy sensibles a cambios en la temperatura. Si bien esta es una respuesta de su cuerpo para defenderse de los agentes infecciosos, también puede causar daños en su salud, por eso debes dar los cuidados adecuados.

Si tu bebé presenta una fiebre cercana a los 37.5°C, te recomendamos descubrir su cuerpo y exponerlo a temperatura ambiente, de este modo su temperatura bajará al ser expuesto a una temperatura más baja. Si esto no es suficiente, los fomentos de agua tibia pueden ayudar a que la fiebre se controlé.

Si la fiebre se encuentra cercana a los 38.5°C lo más importante es que acudas con tu médico inmediatamente para poder ofrecerte los medicamentos necesarios y controlar la temperatura. Estos medicamentos los puedes acompañar con las medidas físicas como un baño tibio, fomentos o retirar cobijas y ropa a tu bebé.

Vigila cambios en su comportamiento

Además de la fiebre, un bebé enfermo suele cambiar su comportamiento lo que generalmente nos sugiere que algo no está bien en ese momento. En sus primeros meses de vida tu bebé estará gran parte del día dormido o somnoliento, pero si notas que tu bebé está más deprimido, somnoliento o duerme más de lo normal, puede indicar que algo no está bien.

Del mismo modo, si tu bebé está irritable, se la pasa llorando por grandes periodos de tiempo y además te cuesta trabajo consolarlo, lo más probable es que tu bebé este enfermo y lo mejor será llevarlo con tu médico para que lo valore.

Diarrea y vómito pueden provocar deshidratación

Si tu bebé presenta diarrea, no lo dudes, llévalo con tu médico. Muchos cuadros diarreicos son ocasionados por virus y son autolimitados, es decir se curan solos. Sin embargo, tu bebé es muy sensible a pérdida de líquidos, así que si tu bebé enfermó de una enfermedad diarreica acude inmediatamente al médico. Recuerda que cualquier aumento el número de evacuaciones, cambio en la consistencia de estas y su volumen, requieren una hidratación intensa.

Acude inmediatamente a tu médico para que te recomiende un plan hidratación adecuado y no suspendas la lactancia materna ya que mediante la leche materna tu bebé obtiene todo el líquido y nutrientes que requiere.

Si hay un cuadro de diarrea o vómito, es bien importante que sepas los datos de deshidratación. Estos suelen ser:

  • Llanto sin lágrimas
  • Boca seca
  • Fontanela hundida
  • Disminución en la cantidad de orina

Si presenta cualquiera de estos datos, acude de inmediato con tu médico ya que en caso de ser necesario, tu médico podría indicarte un antimicrobiano si sospecha que la infección es provocada por una bacteria.

La regurgitación ocasional es normal en todos los bebés, pero si observas que tu bebé presenta mayor cantidad de contenido alimenticio y este sale disparado, es probable que se trate de vómito.

Si tu bebé presenta vómito debes acudir a valoración médica ya que tu bebé podría estar enfermo, tener problemas con la deglución o incluso problemas digestivos. Tu médico valorará a tu bebé y te dará las recomendaciones pertinentes.

Recuerda que el vómito puede provocar que tu bebé se deshidrate por lo que también tendrás que vigilar los datos de deshidratación.

El estreñimiento también debe tomarse en cuenta

Igualmente si tu bebé disminuye el número de evacuaciones durante varios días y además lo observas inquieto, es necesario que acudas con tu médico para que te lo valore.

Estos son algunos de los problemas más comunes en los bebés. Recuerda que es importante acudir a tus consultas mensuales o bimestrales para valorar crecimiento y desarrollo, para que resuelvas todas las inquietudes que tienes con tu pediatra.

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